Radamel García King tenía 61 años de edad, cerca de entrar a lo que se considera la vejez, pero sus condiciones físicas, aunado a toda una vida en el deporte de alto rendimiento, jamás permitieran pensar que los designios de la vida quisieran llevárselo así, de repente.

García King, padre del delantero del Mónaco, el samario Radamel Falcao García, falleció este jueves cuando sufrió un repentino desmayo mientras jugaba tenis en la ciudad que lo vio nacer. Pese a que una ambulancia intentó llevarlo a la una clínica, los esfuerzos fueron vanos.

Ahora viene el doloroso momento para el astro del fútbol samario y para su familia, al afrontar el inesperado fallecimiento de aquel que le enseñó a rugir al Tigre que hoy hace goles a nivel mundial.

Y es que –tal como lo ha dejado claro en distintas entrevistas que en vida otorgó a medios de comunicación– Radamel (padre) siempre pensó que el destino exitoso de su hijo estaría fuera del país.

Tener un hijo varón era el anhelo de García King, por eso al nacer Falcao, se empecinó en cumplir el propósito de hacer que su hijo siguiera los pasos deportivos que él vivió como futbolista.

Mientras que durante su etapa deportiva, Radamel Enrique se desempeñó como futbolista profesional en equipos como su natal Unión Magdalena, el Santa Fé, Medellín o el Atlético Bucaramanga, un pequeño Falcao que se iba formando en las afueras de las canchas, jugando a pie descalzo, forjando el gran jugador que en un futuro sería.

Para Radamel Enrique no había mayor orgullo que su hijo. Lo acompañaba a cuanto partido pudiera, y a los que no podía ir, los veía sagradamente por televisión.

Radamel Enrique dirigía su propia escuela de fútbol en la ciudad de Bogotá, el Club Radamel García, a la que, de hecho, le dedicó su último post en su cuenta de Instagram.